martes, 10 de febrero de 2009

Aeronaves de combate

AREA DE ECO RADAR

A la hora de fabricar un avión indetectable para el radar, la consideración principal es la reducción de su área de eco (la RCS, medida en metros cuadrados). En términos generales, al reducir la RCS en una magnitud disminuye el alcance de la detección en la mitad, más o menos. Por ejemplo, un avión con una RCS de 10m2 puede ser detectado por un radar a 161km; esa distancia desciende bruscamente hasta 88.5km para una RCS de 1m2 (1 metro cuadrado), y a 51.5km para una RCS de 0.1m2. Se obtienen, por lo tanto, unos beneficios operacionales enormes al permitir al avión sorprender al enemigo durante su fase de aproximación, incluso a objetivos con gran densidad de defensas y protección, merodear a su antojo, y realizar varias pasadas de ataque. Hay que destacar que la RCS no depende del tamaño, la superficie o el volumen de un objeto. Un avión convencional se suele ajustar a una forma aleatoria, variando su RCS según el ángulo de aspecto (la orientación y la posición del radar respecto del avión).
Cada vez que un radar ilumina un avión, la mayor parte de su energía "rebota" en la superficie como la luz en un espejo. La energía podría muy bien ser reflejada de nuevo desde otra zona del avión. También ocurrirá que parte de la energía se desvíe a lo largo del revestimiento, dispersándose al alcanzar un discontinuidad o cambio en la continuidad.